Se
denomina shareware a una modalidad de distribución de software, en la
que el usuario puede evaluar de forma gratuita el producto, pero con
limitaciones en el tiempo de uso o en algunas de las formas de uso o con
restricciones en las capacidades finales.
Para
adquirir una licencia de software que permita el uso del software de manera
completa se requiere de un pago (muchas veces modesto) aunque también existe el
llamado "shareware de precio cero", pero esta modalidad es poco
común.
No
debe confundirse el shareware con el sistema freeware que indica que un
software es totalmente gratuito, si bien es cierto que el primero se inspira y
tiene sus raíces en el segundo. Tampoco debe confundirse el hecho de que un
software sea shareware o freeware con el hecho de que sea de código abierto, ya
que esto último depende de la disponibilidad o no del código fuente, mientras
que los primeros son denominaciones de la forma o sistema de comercialización.
El
shareware, aunque muchos aficionados a la informática lo desconocen, nace en la
década de 1980, prácticamente con la misma computación personal. Su concepto
mismo y los cambios que proponía significaron una revolución en la informática
doméstica, revolución que sólo una década después fuera apreciada en su justa
dimensión.
En
aquellos albores, se llamó erróneamente freeware a lo que hoy es el shareware.
Antes aún que IBM lanzara su primer PC, dos programadores estadounidenses, Andrew
Fluegeman y Jim Knopf, editaron dos aplicaciones importantes para aquella
época: PC-Talk (programa de comunicaciones) y PC-File (un utilitario de gestión
de la computadora básico). Pero no deseaban invertir todo el tiempo y el dinero
que significaba ver sus creaciones en las góndolas de los negocios de
computación de la época. Así que se decidieron a usar medios poco
convencionales de distribución como los BBS (semilla de la Internet actual) que eran
muy populares en esos años, para que llegaran de tal manera al gran público. El
usuario debía enviar dinero al autor, si deseaba ver cómo el programa lograba
desarrollarse y mejorar versión tras versión.
Fluegeman
oficialmente se atribuyó el término "freeware" como propio, y no
permitió que nadie más lo utilizara para calificar un software, sin su permiso.
Pero fue más allá, cometiendo un gran error comercial: incluyó el código fuente
de la aplicación (práctica bastante común en aquellos años dorados del software
de dominio público), consiguiendo que otros programaran versiones mejoradas de
aquel original PC-Talk, y las lanzaran a la calle, haciendo que Fluegeman
perdiera rápidamente control sobre su propio software.
Knopf,
como el ejemplo opuesto, continuó respaldando y mejorando su PC-File, y llegó a
tener una compañía multimillonaria (ButtonWare, Inc). En 1985, Peter Norton le
adjudicaría a Knopf el seudónimo de "padre del shareware".
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